Cabina de hidromasaje y confort
Una parte de la técnica de la hidroterapia, está basada en la aplicación de chorros de agua, tonificantes o relajantes, a través del uso de duchas tales como la cabina de hidromasaje, con la ventaja de disfrutar de un sistema de spa que puede ser instalado en nuestra propia sala de baño y ocupando un espacio reducido. También podrás llevarla a cabo mediante la bañera de hidromasaje, pero posiblemente necesites de un espacio superior al de la cabina.
Los chorros de agua, proyectados hacia diferentes partes de nuestro cuerpo, tienen como objetivos aliviar dolores músculoesqueléticos y reducir el estrés (uso terapéutico), además de propiciar el bienestar físico y mental debido a la relajación que aporta la temperatura cálida del agua (entre 31 y 35°C). Los efectos beneficiosos del uso de una cabina de hidromasaje, se traducen a un concepto conocido como confort.
El confort está definido por la Real Academia Española como: “Bienestar o comodidad material”, aunque pueda vincularse con funciones del cuerpo que se puedan ver afectadas (como el sistema nervioso o problemas articulares) en el entorno donde se mueve una persona.
Se puede decir que el confort es la percepción del individuo cuando se eliminan aquellos factores que lo incomodan. Por ser una percepción humana, es de carácter subjetivo; pero existen estudios realizados que han definido rangos o patrones de niveles de confort bajo tablas de valores admisibles para las variadas actividades humanas.
Mientras en el siglo XVII la idea de confort se vinculó con la intimidad de lo doméstico, a través del tiempo evolucionó. Primero lo hizo a un concepto de ocio y comodidad, hasta que se planteó como un concepto que podía ser medido, tangible. Existen muchas definiciones al respecto, como la de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que lo define como “un estado de bienestar físico, mental y social”. Aplicándolo a un ambiente o entorno, es el concepto subjetivo que expresa el bienestar físico y psicológico de una persona ante las condiciones de temperatura (confort térmico), luz (confort lumínico) y ruido (confort acústico).
El confort térmico viene definido por las sensaciones de calor o frío, cuando la temperatura del entorno está por encima de la temperatura neutra de la piel (alrededor de los 33°C).
El confort lumínico, es aquel cuando la intensidad luminosa, el nivel de iluminación y la iluminancia, integran la iluminación correcta para distinguir formas, colores y objetos sin ocasionar fatiga a la vista.
El confort acústico resulta del nivel de los sonidos y ruidos del entorno medidos en decibelios, a partir del cual, afecta el descanso, la comunicación y la salud. Estos niveles se estandarizan y para el caso de un dormitorio residencial, el nivel de sonido o ruido está en un rango entre los 25 y 35 decibelios, tomando en cuenta la hora del día.
A la hora de elegir la cabina de hidromasaje que represente el aporte de condiciones óptimas, tanto terapéuticas como de bienestar o confort, se debe tomar en cuenta en primer lugar el espacio físico de la sala de baño, además del espacio disponible para colocar la ducha. Después de tener definidos y resueltos todos los parámetros técnicos asociados a la cabina de hidromasaje elegida, otras opciones a considerar serían: la cromoterapia (terapia del color); musicoterapia; aromaterapia o un tipo de sauna.
Un añadido importante son los aportes de cromoterapia, desde la perspectiva psicológica y física, porque actúa frente a alteraciones físicas, psíquicas y energéticas, mediante el uso medicinal del espectro cromático de la luz solar.
Como la materia está formada por moléculas que vibran en una determinada frecuencia, el cuerpo humano posee una vibración concreta que varía ante el hecho de estar sano o enfermo. Por lo cual, aplicando luz de colores específicos (vibraciones específicas) se ayuda al cuerpo a alcanzar la salud.
Pero el bienestar y la relajación que aporta la visual del escenario del sitio donde se ubica la cabina de hidromasaje, permite optimizar la percepción de confort del individuo que la disfruta. Es por ello que otro factor a considerar es el diseño del entorno del cual se quiere disfrutar cuando se usa la cabina de hidromasaje: forma de los muebles, elementos decorativos, disposición de los elementos, materiales, revestimientos y colores.
Entre las tendencias actuales y algunos diseños, un ambiente que produce mucho confort por la serenidad y belleza que aporta, es una sala de baño de estilo japonés. La sencillez y simplicidad son las características que definen este estilo. Y por estar dedicado a la relajación, provee confort (bienestar) y paz.
Para lograr el ambiente de diseño japonés, en el cual se disfrutará de las duchas relajantes ofrecidas por una cabina de hidromasaje, existen algunas pautas a seguir en cuanto a los elementos a ordenar:
- La iluminación: lámpara esférica de papel; si es plegado mejor, porque aporta una sensación ligera.
- Paneles japoneses: Es un elemento imprescindible en este estilo de decoración. Se trata de tabiques móviles, de papel, pero pueden tener presentaciones en material plástico. Se puede usar para separar los espacios o ambientes de dormir y sala de baño. También se puede utilizar para crear un ambiente íntimo para el acto de desvestirse o vestirse.
- Accesorios japoneses: Entre estos se pueden citar motivos y objetos japoneses que deben integrarse a la sala de baño donde esté la cabina de hidromasaje, tales como ramas y flores de cerezo, bonsáis y piedras superpuestas piramidalmente, elementos o brotes de bambú, cuadros y elementos zen en el suelo (guijarros, arena), etc.
- Una fuente de agua
- Velas
- Campanas de cristal
- Flores
El principio zen indica formas ligeras y limpias, con la evocación de la naturaleza, que promueve la paz y relajación para alcanzar el bienestar o confort. Por ello, los materiales que han de usarse para lograr el diseño de un ambiente japonés, en una sala de baño con cabina de hidromasaje, son: bambú, piedra en el suelo y madera de color claro (exceptuando la madera de pino).
Una vez integrada la cabina de hidromasaje a un ambiente hermoso y relajante de la sala de baño diseñado al estilo japonés, sólo queda disfrutar de la serenidad que nos proporciona este entorno, junto a los beneficios que se obtienen de esos maravillosos chorros de agua que se proyectan en diferentes partes del cuerpo, generando beneficios a la salud por el aporte analgésico a los dolores musculares y la optimización de la circulación de la sangre.