La cabina turca, hábitos y recomendaciones
CABINA TURCA
En la rutina, poder darse un baño es la alegría en la vida del humano. El tiempo es corto, lo sabemos, y por eso no hay que dejarlo pasar en estado de quietud. La ducha es una deliciosa oportunidad para la renovación del alma y el espíritu y para liberarnos del estrés y todas las frustraciones que nos persiguen día a día.
Una cabina turca es la zona de acceso a un mundo de bienestar integral que te envolverá en experiencias únicas e inigualables. Una cápsula de luz y tecnología donde refugiarte por un momento para poder vivir un viaje íntimo y relajado con tu yo interno.
Normalmente, los baños turcos llevan incorporada una sauna de vapor. En algunas ocasiones llevan incluso una sección adicional para terapias de hidromasaje, por lo que permiten disfrutar en la comodidad del hogar de los beneficios tanto de la ducha de hidromasaje como del revitalizante vapor.
Las cabinas con hammam brindan la facilidad de tener, en el espacio de una ducha convencional, una ducha y también un baño de vapor. Estas cabinas están diseñadas para que ni el vapor ni la humedad dañen los acabados generales de un cuarto de baño común, por lo tanto no haya peligro para los usuarios y sus respectivas viviendas.
Una ventaja de este tipo de producto orientado al welness es que requieren de poco espacio, a diferencia de las bañeras de hidromasaje que necesitan un área de 1,40 m como mínimo. Otra ventaja es que las personas mayores (o con dificultades motrices) pueden entrar o salir más fácilmente de una cabina que de una bañera.
Estas duchas turcas se fabrican en diversos acabados, tamaños y calidades, contando incluso con modelos de gran lujo y sofisticación tanto por sus materiales como por los accesorios que estos poseen. La cantidad y características de las salidas de agua, controles de presión, dirección y temperatura también pueden ser variables en ciertos casos.
Generalmente, las duchas con baño turco constan de una pieza moldeada específicamente para su uso y son de diferentes formas. Algunas pueden ser ubicadas aprovechando la esquina del cuarto de baño mientras otras quedan solamente pegadas a la pared por su parte posterior. Las hay cuadradas, rectangulares y otras formas según el espacio donde se vayan a instalar. Algunas cuentan incluso con asientos pre-moldeados o plegables para una o más personas según las medidas de la cabina. También pueden estar equipadas con ducha manual, sistema de audio o iluminación para cromoterapia.
Los exteriores de las cabinas generalmente son de cristal templado o de acrílico. El vapor puede ser producido por electricidad o por energía solar. Y muchos de estos modelos llevan incorporan a su lista de funciones también una sauna seca por infrarrojos, así como de hidromasaje, por lo que permiten disfrutar de los beneficios tanto de la ducha de hidromasaje como de la revitalizante sauna en la comodidad del hogar. Estos módulos combinados de sauna seca y húmeda o también llamados híbridos, puedes encontrarnos en una sección independiente de nuestro sitio web.
Con la cantidad de accesorios que se pueden incluir en una cabina de vapor casi cualquier cuarto de baño se puede transformar en un verdadero santuario para la relajación y el cuidado de nuestro cuerpo y mente.
Cada cabina hidro turca es un espacio prestigioso que cuida sus detalles al máximo y por lo tanto cada elemento es esencial para su funcionamiento, estudiado hasta en sus más pequeñísimos detalles. Porque su función es ocuparse de ti y ofrecerte las máximas prestaciones en placer, tecnología y diseño.
Probar una cabina turca con hidromasaje es una experiencia envolvente, abandonarse al hidromasaje y a las múltiples funciones que aloja estimula tu cuerpo y lo transporta a otra dimensión. Este tipo de producto no es una alternativa a los jacuzzis, sino un nuevo modo de entender el bienestar diario y acceder a una experiencia que no admite comparaciones. Basta con seleccionar en el panel de mandos, sencillo e intuitivo, la función que prefieras y a continuación activarla: la selección es amplia, pero siempre sabrás lo que es más indicado para ti en cada caso.
Los elementos que conforman este producto son la cabina y el generador de vapor. Luego están los que sirven para la refrigeración del cuerpo, que suelen ser normalmente recintos de baño, en algunos casos naturales como ríos y lagos o piscinas y bañeras. Lo habitual en muchos países es que el enfriamiento se realice mediante una ducha fría.
El tomar una sesión de sauna requiere tranquilidad y relajación. No se puede hacer con prisas. Esto es ya en sí mismo muy beneficioso ante problemas de estrés y agobio crónico. A este efecto, debido al propio procedimiento, hay que añadir los que se derivan de la propia sauna y sus dos estados, el de calentamiento y el de enfriamiento. Los beneficios son: desintoxicación de la piel, limpieza de las vías respiratorias, mejora en el flujo de la sangre, el corazón bombea con más fuerza y preparación para un buen dormir.
Las cabinas de saunas secas o húmedas existen en diferentes versiones y modelas, para una o más personas, según tu criterio. Puedes conocer más acerca de estas y otras bañeras en nuestro sitio Web del Hidromasaje, donde estamos especializados en cabinas de baño turco así como también en bañeras de hidromasaje, spas / jacuzzis para exterior, piscinas de hidromasaje y ofuros de madera, entre otros productos.
EL BAÑO TURCO
El baño turco, o hammam, es un baño de vapor caliente que oscila sobre los 55 °C con una humedad relativa que ronda el 100%. Suelen ser salas herméticas donde se mantienen esas condiciones.
Originalmente es un sistema de salas de calor a diferentes temperaturas. Son tres salas que se escalonan en su temperatura, la primera está a 25 °C, la segunda a 40 °C y la tercera a casi 60 °C. Se combinan calor seco y calor húmedo, con frío y masajes, proporcionando unos beneficios muy parecidos a los de la sauna finlandesa aunque con menos exigencias e impacto.
Las exigencias físicas son importantes. Está contraindicado para personas hipertensas o con trastornos circulatorios o cardiacos. Siempre hay que realizar una consulta médica antes de comenzar a utilizarlos.
El baño turco es una variante húmeda de una sauna seca, pero está más relacionado con las prácticas de baño de los romanos. A fin de cuentas este producto dispone de un generador de vapor, al igual que las cabinas de hidromasaje, pero de mayor potencia. Tomar un baño turco primero exige la relajación en un cuarto (conocido como cuarto tibio) calentado con un flujo continuo de aire caliente que permite que el bañista respire libremente. Después pasan a un cuarto aún más caliente (conocido como cuarto caliente) antes de sumergirse en una piscina fría. Después de hacerse un lavado completo de cuerpo y recibir un masaje, finalmente se retiran al cuarto de enfriamiento para un período de relajación. A los visitantes se les da una tela, llamada futa, que se lleva alrededor de la cintura como un pareo, además de servir como toalla.