¿Cómo solucionar problemas comunes en tu piscina de hidromasaje?
La piscina de hidromasaje es una opción cautivadora para aquellos que buscan una experiencia más allá de lo cotidiano sin salir de casa. A menudo son confundidas con las bañeras de hidromasaje o las piscinas tradicionales a pesar de contar con algunas características únicas que las distinguen y las hacen irresistiblemente atractivas para quienes adoran el agua.
Las piscinas de hidromasaje son estructuras diseñadas específicamente para proporcionar una experiencia que combina el agua caliente con chorros de hidromasaje y dimensiones comunes de una piscina de hogar, lo que las hace un invento a gran escala muy particular. Estas piscinas están equipadas con sistemas de bombeo que generan corrientes de agua y aire a alta presión como las propias de los sistemas instalados en las bañeras de hidromasaje; sin embargo, aunque ambas ofrecen una experiencia de hidromasaje difieren en varios aspectos fundamentales.
Mientras que las bañeras de hidromasaje son más pequeñas y están diseñadas para una o dos personas, las piscinas de hidromasaje son más grandes y pueden acomodar a varios grupos de personas. Cabe acotar que las bañeras suelen instalarse en interiores, mientras que las piscinas son más comunes en exteriores, lo cual exige distintas características a su estructura que una bañera de hidromasaje no puede poseer. Por cierto, si estás buscando información sobre bañeras de hidromasaje y sus problemas más comunes visita este artículo.
Es importante aclarar que las piscinas de hidromasaje son más compactas que las piscinas tradicionales además de tener equipados sistemas de bombeo como se mencionó anteriormente, por lo cual no son iguales a una piscina común ni estructuralmente ni en su funcionalidad por más que el nombre pueda sugerir similitudes mucho más cercanas.
Problemas comunes en piscinas de hidromasaje
¡Ya hemos hablado suficiente sobre piscinas! Es momento de sumergirse en el tema. Los problemas comunes pueden variar según cómo y dónde esté instalada tu piscina y el mantenimiento, así que aquí haremos una lista de los principales y que más dolores de cabeza causan.
Filtración deficiente
La filtración deficiente en una piscina de hidromasaje es una fuente de preocupación, ya que puede conducir a la acumulación de suciedad y residuos en el agua, lo que afecta tanto a su claridad como a su calidad.
La acumulación de suciedad y residuos en el filtro puede ocurrir debido a varias razones como un filtro obstruido, un filtro desgastado o un flujo de agua insuficiente a través del sistema de filtración. Los síntomas de una filtración deficiente incluyen: agua turbia, un olor desagradable o una disminución en la eficacia del tratamiento químico del agua (también se pueden observar residuos visibles en la superficie del agua o en el fondo de la piscina).
Para abordar una filtración deficiente primero debes verificar el estado del filtro, si está obstruido o sucio debe limpiarse o reemplazarse según sea necesario. Se debe prestar especial atención a las instrucciones del fabricante para el mantenimiento del filtro, además es importante inspeccionar todo el sistema de filtración en busca de posibles fugas.
Las fugas pueden ocurrir en las conexiones de las tuberías, las juntas o los sellos del sistema de filtración, al encontrar una fuga debe repararse o reemplazarse la parte afectada lo antes posible para evitar que empeore y comprometa aún más la eficacia del sistema de filtración.
¡Lo más importante es saber cómo prevenir! Para prevenir futuras filtraciones deficientes es crucial mantener un programa regular de mantenimiento de la piscina, esto incluye limpiar o reemplazar el filtro según sea necesario, verificar y reparar cualquier fuga en el sistema de filtración de manera oportuna, y mantener niveles adecuados de productos químicos en el agua para ayudar a prevenir la acumulación de suciedad y residuos. Es recomendable realizar inspecciones periódicas del sistema de filtración para detectar y abordar cualquier problema potencial antes de que cause problemas mayores.
Agua turbia o desequilibrada
El agua turbia o desequilibrada puede ser un indicador de varios problemas, que van desde desequilibrios químicos hasta contaminantes presentes en el agua. La falta de equilibrio en los niveles de pH, alcalinidad o cloro es una causa común de agua turbia o desequilibrada en una piscina de hidromasaje. Un pH incorrecto puede causar irritación en la piel y los ojos, mientras que niveles bajos de cloro pueden permitir el crecimiento de algas y bacterias. Además, la presencia de algas u otros contaminantes en el agua también contribuye a la turbidez.
Si el agua de tu piscina es de aspecto lechoso o verde o tiene olor desagradable debes saber que estás nadando en aguas turbias.
Para abordar el agua turbia o desequilibrada debes verificar y ajustar los niveles de pH, alcalinidad y cloro según las recomendaciones del fabricante o de un profesional. Es muy importante contactar con un profesional antes que intentar resolver el problema sin el conocimiento adecuado. La verificación de los niveles de pH se puede hacer utilizando kits de prueba de agua y productos químicos adecuados para equilibrar los niveles.
Se deberá limpiar y desinfectar la piscina con regularidad para eliminar cualquier contaminante presente, lo cual puede implicar el uso de productos químicos específicos para eliminar algas, bacterias u otros contaminantes del agua. Es de suma importancia seguir las instrucciones del fabricante y tomar precauciones de seguridad al manipular productos químicos.
¿Y cómo lo podemos prevenir? La prevención del agua turbia o desequilibrada implica mantener un programa regular de mantenimiento del agua: tendremos que monitorear y ajustar los niveles de pH, alcalinidad y cloro según sea necesario, así como limpiar y desinfectar la piscina de manera regular para prevenir la acumulación de algas y contaminantes. Puede parecer evidente, pero es importante mantener una buena higiene personal y evitar usar la piscina con productos químicos o contaminantes en la piel o la ropa.
Problemas con la temperatura del agua
Los problemas con la temperatura del agua pueden ser causados por varias razones, como un fallo en el termostato o en el calentador de la piscina. Si el agua está demasiado caliente, puede ser indicativo de un mal funcionamiento del termostato o de un calentador que no se apaga correctamente. Por otro lado, si el agua está demasiado fría, podría ser signo de un calentador que no funciona en su totalidad. También puedes notar cambios bruscos en la temperatura del agua mientras estás en la piscina, lo que puede indicar problemas con el sistema de calefacción.
Para abordar los problemas con la temperatura del agua se deberá comprobar el estado y el funcionamiento del termostato y del calentador de la piscina, y al encontrarse un fallo en alguno de estos componentes se debe reparar o reemplazar según sea necesario. Nuevamente es importante seguir las instrucciones del fabricante y, si es necesario, buscar la ayuda de un profesional para llevar a cabo estas reparaciones. Verificar regularmente la temperatura del agua para asegurarse de que se mantenga dentro del rango deseado y ajustar los controles según sea necesario es esencial.
La prevención de problemas con la temperatura del agua en una piscina de hidromasaje implica mantener un programa regular de mantenimiento y monitoreo del sistema de calefacción. Esto quiere decir que deberemos realizar inspecciones periódicas del termostato y del calentador para detectar cualquier problema potencial antes de que cause problemas mayores.
Fugas de agua
Las fugas de agua en una piscina de hidromasaje pueden ser una fuente de preocupación, ya que no solo pueden causar una pérdida significativa de agua y por ende económica, sino también daños estructurales si no se abordan adecuadamente.
Las fugas de agua pueden ocurrir en diferentes partes de la piscina, normalmente se deben a daños en las tuberías, conexiones sueltas o deterioradas, o incluso a defectos en los accesorios de la piscina. El desgaste o daño en el revestimiento de la piscina también puede causar fugas. Los síntomas de una fuga de agua incluyen una disminución del nivel de agua en la piscina, áreas húmedas o mojadas alrededor de la piscina, y el temido aumento en la factura del agua.
Para abordar las fugas de agua debemos saber la ubicación exacta de la fuga, lo que puede requerir una inspección visual cuidadosa de todas las partes de la piscina, así como el uso de herramientas y técnicas especializadas, como pruebas de presión o tintes de fugas. Una vez que se haya identificado la fuente de la fuga, se puede proceder a repararla, tal vez se deban apretar conexiones sueltas, sellar fisuras o grietas en el revestimiento, o incluso reemplazar partes dañadas.
Para las fugas de agua la prevención es más compleja y/o minuciosa, tendremos que mantener un programa regular de mantenimiento y monitoreo de la piscina, inspeccionar regularmente todas las partes de la piscina en busca de signos de desgaste o daño, como grietas en el revestimiento o conexiones sueltas, y prestar atención a cualquier cambio en el nivel de agua de la piscina, ya que esto puede ser un indicador temprano de una fuga.