Consejos para tomar un baño turco
Un baño de sauna siempre aporta una gran cantidad de beneficios y placer en términos generales a cualquier persona. Son cada vez más quienes los utilizan, no solamente como una forma de relajación, eliminación de estrés y escape de los quehaceres diarios, sino también por sus múltiples beneficios para diferentes aspectos de la salud.
Dentro de esta categoría entra el afamado baño turco, uno de los más solicitados en la actualidad. En el baño turco el vapor inunda la estancia donde nos encontramos, manteniendo una temperatura tibia. Para producir este efecto, se utiliza un generador de vapor que tiene la función de convertir el agua en vapor y liberarlo por todo el habitáculo, pero a diferencia de la sauna convencional, el baño turco es totalmente hermético lo que hace que la humedad se concentre casi en un 100 por ciento. Por esta razón, a la hora de tomar un baño turco, es necesario darle un poco de tiempo al cuerpo para que se acostumbre y adapte a estos estímulos a los que estará expuesto.
Este vapor especial, que nunca sobrepasa los 50 grados centígrados pero con una humedad que puede llegar a alcanzar el 90 por ciento, tiene la capacidad de generar diversos efectos en nuestro organismo, más profundos que en el sauna convencional, como la pérdida de toxinas y bacterias a través de la sudoración, limpieza de la piel y los poros, limpieza de los pulmones y el sistema respiratorio, relajación de los músculos, aceleración del metabolismo, disminución de la tensión arterial, reducción del dolor de las articulaciones, alivio de la migraña, etc.
No en vano, desde tiempos antiguos en los países orientales, los también denominados “hammam”, funcionan como edificios que sirven como un centro de reunión y recreación social. Sin embargo, antes de disfrutar de un baño turco lo más recomendable es tomar una serie de previsiones que son necesarias para aprovechar al máximo la experiencia. Se aconseja que, a la hora de iniciar el baño, se pongan en consideración una serie de elementos que harán más placentero este momento y permitirán al cuerpo disfrutar mejor de las ventajas y beneficios del sauna turco.
Pautas a seguir cuando vas a tomar un baño turco
1- Antes de decidirte a tomar un baño turco, debes considerar consultar al médico si sufres algún padecimiento como afecciones cardiovasculares, trastornos de la circulación o hipertensión, pues podría ser contraindicado.
2- Verificado lo anterior, hidratarte bien antes de tomar el baño turco es el paso previo que no debes olvidar. Tanto antes como después de entrar al baño turco o hammam, es sumamente importante hacer una correcta hidratación de nuestro cuerpo, esto decir, ingerir suficiente agua o infusiones que ayuden a compensar la pérdida de líquido que tendrá nuestro organismo, porque de lo contrario ello podría desencadenar en una deshidratación. Aunque cada persona es distinta y responde de diferentes maneras, lo ideal sería tomar al menos entre uno y tres vasos de agua antes de entrar al baño tuco. Los efectos del hammam pueden ser similares a los que experimentamos cuando hacemos ejercicios físicos, razón por la cual se hace necesario incrementar la ingesta de líquidos para que el cuerpo se adapte mejor. El agua de coco puede resultar ideal para hidratarnos en estos momentos.
3- Como siguiente paso, al igual que con el baño de sauna tradicional o el baño en un jacuzzi exterior, es aconsejable que tomemos previamente una ducha con agua templada y con jabón. Si se ha utilizado en la piel alguna loción o crema, es indispensable asegurarnos de que la piel esté completamente libre de cualquier sustancia de este tipo y bien limpia con el fin de permitir que el sudor y las toxinas salgan fácilmente por los poros, y también para evitar su acumulación en el agua o en la sala de vapor. Igualmente se recomienda hacer un baño de pies templado antes, con el objetivo de ir calentando las extremidades y desinfectarlas. En este punto también es esencial cerciorarnos que la piel esté bien seca antes de tomar el baño.
4- En caso de que el baño turco o hammam sea público, antes de entrar es imprescindible que consultes las normas y restricciones de uso. Por ejemplo, si está permitido el uso de trajes de baño, si se proporcionan toallas, si es necesario usar chanclas, etc.
5- Una vez dentro, la primera parte del baño es de calentamiento, que regularmente puede ser de 15 o 20 minutos. Una vez en el interior debes estar atento si se presenta algún síntoma de malestar, pulsaciones a ltas o mareos, que pueden significar una variación de la presión arterial, por la cual deberías abandonar el baño. Hay que resaltar que en un principio es normal que se presente una ligera sensación de sofoco o fatiga por respirar el vapor de agua, sin embargo en unos minutos el cuerpo se adapta. Si todo está bien, entonces puedes disponerte a disfrutar. En esta etapa debes permanecer en una posición sentada o semi estirada, no de pie ni completamente estirada.
6-Dentro del baño turco puedes incorporar también la aromaterapia, incluyendo aceites esenciales que funcionen bien sea para estimular o relajar nuestro cuerpo y nuestra mente.
7- Después sigue la conocida fase de enfriamiento, que contempla un baño rápido con una ducha de agua fría que ayude a tonificar nuevamente el cuerpo y la piel, cerrando los poros y dejando que la sangre circule y retorne a los órganos. Asimismo, esta ducha fría se puede combinar con un masaje relajante para ayudar a optimizar el proceso de la circulación sanguínea. Los hidromasajes son aún más beneficiosos, así que en nuestra página web también podrás encontrar bañeras hidromasaje.
8- Al finalizar la ducha de agua fría, es preciso relajarse al menos 15 minutos para poder reponer el líquido que se perdió durante el baño turco, y posteriormente, si se quiere, se puede repetir la operación, aunque cada sesión sólo debe durar el tiempo en el que tu cuerpo se sienta bien. Para esto es fundamental hidratarse nuevamente, es decir, beber agua, jugos de fruta, tés o infusiones al salir del baño. Algo que no se aconseja es consumir alimentos en este período, tan solo un pequeño refrigerio es suficiente.
Como podemos ver, los pasos a seguir son bastante sencillos. Los baños turcos son muy beneficiosos para la salud y para nuestro aspecto estético, siempre y cuando se tome y se disfrute de la manera adecuada. Siguiendo estos simples consejos y recomendaciones podrás sacar el máximo provecho de este tipo de baños y brindarle un momento agradable y de relax a tu cuerpo.