El auge de los Baños turcos: Características y beneficios
Para los seres humanos el contacto con el agua en todos sus estados siempre ha sido un elemento saludable; incluso cuando toma la forma de vapor y este envuelve nuestro cuerpo. Es por esta razón que generaciones de diferentes culturas, como la griega, la romana y los pueblos de medio oriente, adoptaron el baño turco como una costumbre de vida.
Es popularmente utilizado para la higiene corporal, inspirado en las antiguas termas, pero el hammam también se convirtió en un espacio de reunión y reflexión.
El baño turco también es reconocido por sus comprobadas propiedades terapéuticas. Se diferencia con la sauna finlandesa puesto que en el baño turco la humedad alcanza el cien por cien y las temperaturas generalmente no superan los 50 grados centígrados; no es que la potencia no llegue a tal punto, sino que, básicamente, no es necesario, además de que la humedad lo dificulta. En el caso del hammam, el calor es suministrado a través del vapor de agua, otorgando un efecto dilatador de los poros, lo que permite una limpieza más profunda de la piel, la eliminación de las toxinas a través de la respiración y la relajación muscular.
En este tipo de sauna se crea una especie de nube o neblina que es originada por el calentamiento del agua que se evapora y se dispersa en forma gaseosa a través de todo el espacio. Al estar saturado el ambiente con este vapor se frena la sudoración de las personas, haciendo que en el baño turco se sude menos que en la sauna finlandesa. Sin embargo, cuando esta nube de agua entra en contacto con el cuerpo humano forma gotas asemejándose al sudor, que cumplen con la tarea de refrescarlo, dispersando el calor.
En la actualidad una gran cantidad de personas han optado por utilizar los baños turcos como una opción para la relajación del cuerpo y para aprovechar los grandes beneficios que estos proveen a nuestra salud.
Usar el hammam es fácil, inicialmente la persona entra en una sala caliente (fase tibia) en la cual gracias a la acción del vapor y la humedad el cuerpo comienza a sudar, después de allí se pasa a la segunda sección que corresponde a un baño todavía más caluroso (fase caliente) donde se sumergen en duchas de agua fría y caliente con el fin de recibir un masaje relajante y un lavado profundo de todo el cuerpo. El tercer y último paso nos lleva a una fase de sauna y posterior enfriamiento con agua (fase fría) para brindar la total relajación del cuerpo y que éste se adapte nuevamente al ambiente y retome su temperatura normal. Estas son las tres secciones básicas de este tipo de baños, aunque se pueden encontrar algunas variantes.
Para nuestra felicidad, hoy en día podemos contar con darnos ese lujo y toda la comodidad y relajación que ofrece el baño turco en nuestras casas, en la intimidad de nuestro hogar. Y es que el estado de confort y descanso total que provee este tipo de baño sirve de gran ayuda para la salud y el buen estado tanto físico como mental del ser humano. El hammam brinda grandes beneficios generados por la perfecta combinación entre el calor, el frío y la humedad en su perfecta medida, estimulando la salud del organismo.
Beneficios del baño turco
El empleo del baño turco no solo sirve para la relajación, que ya es mucho, sino que además ayuda a mejorar múltiples funciones del cuerpo humano.
-El calor y el vapor al que se expone el cuerpo dentro del baño turco tiene la capacidad de acelerar las funciones metabólicas del organismo, lo que aumenta la frecuencia cardíaca, favorece una mejor circulación de la sangre, estimula el sistema nervioso central así como el sistema endocrino.
-El sistema respiratorio también es estimulado con el hammam. El vapor produce un efecto expectorante en las vías respiratorias, lo que ayuda al tratamiento de afecciones como la bronquitis, la sinusitis, la tos, la gripe o resfriados comunes. Mejora la ventilación de los pulmones lo que incrementa su capacidad de intercambio de oxígeno y de dióxido de carbono.
-El baño turco también trae aportes al cuidado de la piel. El vapor hace que los poros se dilaten, eliminado impurezas y toxina, limpiándolos profundamente. Además los tejidos de la dermis se oxigenan mejor, revitalizándolos y haciendo que la piel tenga un aspecto más suave y terso, retrasando el envejecimiento. Por esta razón también son muy recomendados para las personas que padecen de acné o simplemente buscan mantener la piel limpia.
-Es beneficioso para la zona íntima femenina. Ayuda a la higiene de los genitales femeninos ya que la gran cantidad de vapor favorece a la secreción del flujo vaginal. De igual manera contribuye a aliviar los síntomas y dolores provocados por la menstruación.
-El baño turco también tiene efectos positivos sobre las personas que padece estrés, depresión, ansiedad e insomnio, gracias a su gran efecto relajante. Funciona como una terapia, ya que proporciona una sensación de bienestar general en el cuerpo, reduciendo los niveles de estrés, liberando tensiones y propiciando un mejor descanso. Se considera que el hammam es mucho más relajante que la sauna convencional finlandesa.
-Por si fuera poco, también es ideal para combatir las molestias causadas por dolencias osteomusculares y aumenta la producción de endorfinas por lo que también ayuda a aliviar el dolor en las articulaciones. Otra de sus bondades es que permite que el sistema muscular se recupere de las molestias que se generan tras jornadas muy intensas de ejercicios físicos y prácticas deportivas.
-Combate el estreñimiento, facilitando el proceso de digestión.
-Estudios han demostrado que el riesgo de infartos y enfermedades coronarias es de al menos un 20 por ciento menos en aquellas personas que toman un sauna o baño turco entre dos o tres veces a la semana.
Es importante destacar que antes de tomar el hammam es necesario estar bien hidratado. Se recomienda no entrar al poco tiempo de haber comido y tampoco sobre pasar los tres usos por semana.
Como podemos observar, las ventajas y los beneficios del baño turco son muchos y muy variados, por ello tener la oportunidad de contar con un espacio donde podamos tener todas estas bondades a la mano, disponible en nuestras casas, es sin duda una ventaja que nuestro cuerpo nos va agradecer siempre.