Rutina de relajación con bañera con chorros
La bañera con chorros de agua a presión está diseñada para ofrecer un máximo nivel de descanso y confort a nivel lúdico y terapéutico, pero en especial para crear una rutina de relajación gracias a la direccionalidad del agua a presión.
Su uso en el cuerpo puede ofrecer beneficios globales y focalizados de manera directa e indirecta, como por ejemplo constituir una terapia efectiva contra el insomnio y funcionar como parte de una rutina diaria para mantener unos horarios de sueño estables.
Sueños plácidos y serenos gracias a las bañeras con chorros
Al principio estas bañeras poseían un diseño muy tosco y burdo con muy poca ergonomía y escaso diseño conceptual, pero con el paso de los años se fueron creando modelos cada vez más sofisticados y especializados con el objetivo de ofrecer un masaje a presión en aquellas zonas con molestias, tensas, cansadas o lesionadas, como la nuca, espalda o las cervicales.
Desde los tiempos de los romanos ya se conocían las bondades del agua caliente cuando construían enormes baños públicos aprovechando las termas naturales de agua caliente, pero después de que los hermanos Jacuzzi diseñaran una tina con chorros de agua a mediado de los años 50, ha sido muchísimo lo que se ha logrado avanzar en apenas unas cuantas décadas.
Para empezar, la relajación muscular, la tonificación de los tejidos y de las articulaciones producían otro maravilloso efecto secundario que no estaba calculado en una primera instancia y era que provocaba un sueño reparador y placentero.
En la actualidad muchos especialistas sugieren hacer una terapia que combine la bañera con chorros o jacuzzi para exterior junto con otros tratamientos naturales como la meditación, el yoga y en especial el consumo de infusiones y/o té de plantas medicinales como tilo, salvia, tomillo una vez dentro de la bañera.
Una de las razones es que, al aprovechar el ambiente caliente, el cuerpo ya está preparado para una bebida también caliente, lo que evitará que cause algún tipo de contractura gástrica.
Estas plantas medicinales, cuyos beneficios se conocen desde hace siglos, son ideales no solo para propiciar un sueño pleno y reparador, sino para combatir el estrés, ansiedad, la sensación de ahogo, el pánico y cualquier otra dolencia nerviosa.
Una rutina de relajación con grandes beneficios
Además del descanso y el sueño, la rutina de relajación ofrece otros beneficios muy importantes:
- Combate las dolencias propias de la tercera edad: el agua climatizada y los chorros de agua alivian eficazmente la artritis reumatoide, los calambres musculares de las extremidades cansadas y favorece el riego sanguíneo en aquellas áreas con dolencias.
- Alivia las cefaleas y jaquecas: para muchas personas el agua a una temperatura uniforme y los chorros de agua caliente ayudan muchísimo a aliviar los dolores de cabezas y jaquecas, en especial si su origen es producto de la tensión nerviosa.
- Alivio instantáneo: El contacto con el agua climatizada a una temperatura cálida y agradable y el burbujeo producido por la bañera con chorros de agua caliente producen un alivio instantáneo y adormecedor.
Un proceso de sanación gracias a la bañera con chorros
En muchas ocasiones hemos leído los inmensos beneficios de la hidroterapia, pero quizás nunca nos hemos detenido a entender en profundidad qué es la hidroterapia basada en chorros de agua caliente y cuáles son esos beneficios y de qué manera podemos incrementarlos.
Para empezar, una bañera con chorros de agua caliente es muy diferente a una ducha caliente porque la precisión de los chorros, mediante la direccionalidad de los jets y la temperatura estatizada es lo que garantiza que la hidroterapia sea efectiva, y esto es algo que se consigue en una bañera y no en una ducha.
Existe una variedad de alternativas a la hora de aplicar la terapia y aprovechar la fuerza de los jets regulándolos, desde un masaje suave mediante una presión reducida, hasta un chorro directo en un área afectada que necesita mayor estimulación.
Aplicando la rutina de relajación en zonas particulares
Si bien la rutina de relajación con bañera de chorros es efectiva, no se aplica por igual en todo el cuerpo y depende de la dolencia a tratar.
- Cabeza
Debido a que se trata de una zona sensible, la mejor forma de aplicar la rutina de relajación es con una presión leve, no tan fuerte y no tan cerca de uno de los jets, en la zona de la nuca, así se podrán combatir las cefaleas, jaquecas, tortícolis y otros tipos de tensiones musculares.
En ocasiones se puede aplicar directamente en el cuero cabelludo, siempre y cuando el jet se pueda inclinar hacia arriba de forma que pueda incidir con chorros controlados en la parte superior de la cabeza.
- Espalda
Para este tipo de relajación lo ideal son varios chorros dirigidos a varias zonas que irían desde la base del cuello hasta la cintura, proporcionando suficiente reposo y relajación mediante un masaje uniforme y una temperatura estable.
En el caso de una dolencia puntual en los omóplatos o en los costados se debe variar el enfoque porque debe aplicarse uno o dos jets únicamente para que relajen el área específica, que por lo general suele ser muy pequeña.
Diferente es en el caso de la columna, que debe de aplicarse con fuerza varios jets dirigidos hacia la zona dolorida.
- Extremidades superiores
En este caso lo ideal es un solo jet porque el área es mucho más reducida y específica; por lo general se trata de una articulación lesionada, un músculo adolorido o un nervio inflamado.
A diferencia de la cabeza aquí sí se puede acercar al máximo al jet para sentir toda la potencia y así lograr el efecto reparador.
Si el área afectada es la mano o muñeca sucede igual: un solo jet dirigido directamente al área afectada y acercar la mano lo más cerca posible del chorro hasta lograr que se relaje. En este caso lo ideal es hacer movimientos suaves circulares para incrementar la efectividad.
- Abdomen
Una contractura o calambre en el abdomen suele ser muy molesta, además de tratarse de un área más sensible que un brazo o la muñeca.
En este caso se pueden usar varios jets a una potencia media y dirigidos a varios puntos del abdomen. El agua caliente y la presión de los chorros relajarán la zona lastimada ayudando a la curación.
- Cintura
En esta área pueden aplicarse todos los jets que se quieran en distintos puntos, ya que se trata de una zona fija que siempre está necesitando de mucha relajación, en especial el área lumbar y el coxis.
Una rutina de relajación en esta zona ayuda muchísimo a los pacientes que sufren de inflamaciones o tensiones en los nervios porque, al tratarse de un alivio casi inmediato, suelen reducir bastante la tensión del área afectada.
- Extremidades inferiores
Lo ideal es aplicarlo a lo largo de ambas piernas, pero si la dolencia está zonificada en un punto específico se debe de aplicar igual que en el caso de los brazos o de la mano: un solo jet cerca del área lastimada, lo más cerca posible y a una potencia tolerable que con el tiempo (tras varias sesiones) puede irse incrementando.
Sus beneficios son múltiples: desde aliviar torceduras, calambres o tensiones, hasta ayudar a la irrigación circular, lo que permite mejorar dolencias en las hemorroides, várices y el funcionamiento renal.
En el caso de los pies o los talones se hace exactamente igual que en la mano: un solo jet a plena potencia y moviendo suavemente el pie de manera circular.
- Pecho
Esta zona es muy amplia, grande y fija, pero también delicada porque, a menos que se sea un atleta profesional, la persona no estará preparada o acostumbrada a chorros potentes, así que deben de aplicarse poco a poco e ir incrementando la fuerza con el transcurso de las sesiones.
Este tipo de rutina de relajación ayuda a calmar la tensión acumulada en el pecho, el cuello y las clavículas, produciendo además una agradable sensación somnífera.
Incrementar la potencia poco a poco
La rutina de relajación con bañera de chorros ofrece un alivio casi de inmediato, pero no nos engañemos: no es una cura instantánea o automática.
Para que se pueda ver una mejoría efectiva es necesario que dure en el tiempo y debe aplicarse varias sesiones en días consecutivos para observar sus beneficios a mediano plazo, tanto en los problemas de sueño como en las dolencias físicas. Esta rutina debe de ir acompañada de otros tratamientos para que la eficacia sea mayor.
Lo más importante es mantener la constancia y aplicar estas sesiones de rutinas varias veces a la semana, de hecho, una vez aliviada la dolencia perfectamente se puede mantener de manera permanente y constante esta rutina que reportará inmensos beneficios.