Sauna de Madera ¿Cuál es la mejor opción?
Es muy probable que conozcas la sauna de madera, estos fantásticos y cómodos espacios que te permiten sudar para liberar todas las toxinas de tu cuerpo y purificarte.
¿Pero cuál es la mejor madera para una sauna? Pues bien, la madera que se utiliza para fabricarlos ha sido para muchos una incógnita por resolver. Especialmente por las altas temperaturas que soporta, la humedad y el uso continuo.
Este material tan noble no solo es capaz de regalarnos las edificaciones más impactantes, también trae para nosotros cabinas muy funcionales. Sin embargo, sus características deben ser un poco distintas a las de la madera usada para otro tipo de cosas, como la de los muebles por ejemplo.
Si quieres tener una sauna para disfrutarla desde la tranquilidad de tu propio hogar, pero no sabes exactamente qué madera es la indicada, debes ser consciente de que se trata de una decisión muy importante, pues dependerá en gran medida la vida útil que puede llegar a tener.
Conoce las cualidades que la sauna de madera debe poseer y descubre cuál es la mejor opción para interiores, así como también para áreas exteriores. Pero sobre todo reconoce cuál resulta más duradera y por qué.
Características de las mejores saunas de madera
La mejor madera es la que responde a todas las necesidades, incluyendo el buen funcionamiento de la sauna.
Debe gozar de conductividad térmica, lo que quiere decir que la madera no se debe sobrecalentar. Por lo general las que más tienden a calentarse son las maderas más robustas y densas.
Se debe evitar la adquisición de una sauna de madera que libere resina, sobre todo cuando se usa para los asientos, ya que a largo plazo puede resultar tóxica para el organismo.
Preferiblemente debemos tratar de que la sauna de madera esté hecha de un material suave, con superficies que fueron fáciles de tallar y que tenga una baja probabilidad de contener astillas.
El tipo de madera utilizada para hacer la sauna debe haber pasado por un proceso de secado en horno. Especialmente porque tendrá que soportar condiciones no convencionales, sobre todo por la humedad.
Por lo general se trata de encontrar aquellas que sean menos propensas a ser cuna de hongos e insectos, aumentando de este modo la durabilidad del material. No obstante, cualquier sauna se debería someter a un mantenimiento periódico y controlado.
Maderas para la fabricación de saunas
Como se ha descrito anteriormente, el tipo de madera que utilizan estos elementos cumplen con cualidades únicas, que solo las mejores pueden poseer. Veamos cuáles son:
Cedro
Aunque sabemos que este tipo de madera es una de las más caras del mercado, la verdad es que es sumamente utilizada para la fabricación de saunas.
No es tóxica ni expide material nocivo cuando se encuentra a temperaturas elevadas. Es muy estable, perdura a través del tiempo y se amolda a distintas condiciones.
Es una madera ligera, generalmente lo encontramos en tonalidades rojas, pero estas luego tienden a oscurecerse con el pasar de los años. El cedro es quizás de las maderas más fuertes y con mayor durabilidad.
Cicuta
Se considera una madera dura de alta calidad que presenta un tono uniforme y una apariencia adecuada para su uso en proyectos de carpintería. Lo mejor es que es adecuada para trabajar pues logras prácticamente cualquier forma.
Es una de las mejores alternativas a la hora de adquirir una sauna, pues combina con todo tipo de ambientes. Es muy recomendable para utilizar en espacios interiores.
Abeto blanco
Es característico de los países de cultura escandinava debido a sus tonalidades claras. En este tipo de madera, los defectos son muy comunes, es por esta razón que hay que prestar mucha atención a la elección de las tablas.
El abeto es comúnmente utilizado para revestir las saunas de madera, pero lo más interesante es que suelen poseer una excelente relación calidad precio, lo que es fenomenal si cuentas con poco presupuesto.
Álamo
El Álamo no expide residan, no se calienta a grandes temperaturas ni crea astillas. Cumple prácticamente con todos los requisitos básicos para una sauna. Su apariencia y diseño permiten usar este material tanto para saunas exteriores como interiores.
Este tipo de madera es bastante demandada para saunas, porque además cuenta con un precio razonable. Lo mejor es que la madera se puede encontrar en distintas tonalidades.
Tilo
Las saunas elaboradas con esta madera son perfectas para aquellos usuarios que suelen presentar alergias en la piel. Es suave al tacto, por lo que resulta idóneo para la elaboración de los asientos de la sauna.
Con el mantenimiento adecuado puede llegar a durar un periodo largo de tiempo. No presenta nudos y su precio también es ideal para quienes deseen ahorrar algo más.
Fresno
Es considerada una de las más duras, esta cualidad le otorga mayor durabilidad y resistencia al paso del tiempo. Está disponible en tonos claros y responde muy bien a las temperaturas elevadas. Es ideal para las saunas de madera, los revestimientos y los suelos.
Madera termotratada para saunas
Se trata de un tipo de tratamiento que cambia la composición natural de la madera. El objetivo es mejorar todas sus cualidades físicas y mecánicas. En estos casos la madera tiende a volverse mucho más estable.
Asume un comportamiento fuerte frente a los agentes externos como los hongos y la acción de los insectos. Pero lo mejor es que nada de esto llega a alterar realmente su elasticidad.
Este tratamiento se agrega con mayor facilidad en maderas de abeto y pino, aunque se puede hacer en una gran variedad de maderas. La madera que se trata antes de ser utilizada en una sauna, responde luego mucho en el día a día.
¿Qué otros componentes necesita una sauna de madera?
- Calefactores de sauna: el calefactor debe cubrirse siempre con piedras para que pueda funcionar eficazmente, de no hacerse, podría dañarse en cuestión de poco tiempo.
- Piedras para la estufa: su función principal es la de absorber el agua para luego convertirla en vapor, tiene en sus manos una de las funciones más importante de la sauna.
- Otros accesorios: después de tener por completo el equipamiento básico, es hora de incorporar otros accesorios como reloj, termómetro, protector o un apoya cabezas.
¿Por qué las saunas se hacen de madera?
Las saunas están hechas con madera principalmente porque es un material capaz de sobrevivir a las temperaturas elevadas, al vapor, al uso continuo y a la humedad.
Este tipo de baños se originan en los países más fríos, en especial donde las bajas temperaturas perduran por un largo periodo del año. Es por ello que las saunas de madera han sido muy utilizadas en Asia y en los países del norte.
Aunque sus inicios se remontan a la Grecia antigua donde los grandes filósofos las utilizaban para discutir opiniones intelectuales, en estos lugares se colocaban piedras calientes en el medio para que empezaran a generar vapor.
También eran muy utilizadas en Europa donde la práctica solo se limitaba a hombres, ya que las mujeres no podían utilizar las saunas en esa época. Su accesibilidad fue evolucionando con el paso del tiempo.
El material de madera ha significado para el planeta un componente muy práctico de conseguir y con una funcionalidad superior a la de cualquier otro por su aplicación en la construcción y edificación.
Sus cualidades físicas la hacen ser idóneas para la construcción de saunas, ya que al ser aislante permite que la temperatura se conserve en su interior sin problema alguno.
Sin duda estos factores la hacen ser el material predilecto y esto se remonta desde la antigüedad cuando las casas europeas eran construidas en madera, a diferencia de los baños turcos o griegos que se concentraban en espacios mucho más grandes.
¿Qué debo saber antes de usar una sauna de madera?
Lo primero que debes conocer es que el tiempo que pasarás dentro de la sauna no debería exceder los 30 minutos. Este tiempo es más que suficiente y te permitirá sacar el máximo provecho a cada inmersión.
Una vez en el interior de la sauna, lo que sigue es colocarte de forma horizontal o sentado con los pies arriba para que todo tu cuerpo pueda alcanzar la misma temperatura.
Ahora, si es la primera vez que vas a utilizar una sauna, es recomendable que no llegues a exceder los 20 minutos en el interior de la cabina. Esto se debe a que puedes presentar problemas de tensión, por lo que es aconsejable ir poco a poco y aumentando la duración progresivamente.
Mira la temperatura y verifica que esta no sea mayor a los 90 grados, recuerda que tu piel alcanzará casi los 40 grados y tu interior unos 38 grados. Es necesario que tomes esta referencia pues no queremos superar estas cifras.
Tu cuerpo de forma natural necesita refrigerarse, para ello puedes tomar una ducha y luego entrar nuevamente a la sauna por otros 10 minutos adicionales. Lentamente tu organismo se irá adaptando y aclimatando al proceso, lo importante es descansar entre tiempos.
Para dejar la cabina, siéntate de forma normal de manera que no sientas ningún tipo de mareo en este proceso. Si te levantas rápidamente lo más seguro es que sientas un poco de vértigo, así que hazlo lentamente hasta sentirte seguro.