Sauna de madera, más que relajación garantizada
La sauna de madera no es un espacio que puedas encontrar con normalidad en los domicilios particulares. Aun así, es casi seguro decir que todos desearíamos una. Son de hecho una de esas adiciones especiales en el hogar que funcionan excelentemente bien para relajar tanto el cuerpo como la mente, aunque principalmente se creó como mantenimiento del calor en los países fríos.
Si bien es posible encontrar saunas públicas que puedes usar pagando una cierta cantidad de dinero, tendrás que compartir el espacio con otras personas que pueden ser o bien conocidos o bien, como sucede en la mayoría de casos, completos desconocidos. Y esto puede ser para bien si eres alguien sociable y no te importa pasar tiempo con personas nuevas, incluso podrías intentar hacer nuevos amigos. Pero cuando la presencia de desconocidos simplemente te molesta o no te agrada, es otro asunto.
Al igual que sucede con los spas de exterior, también puede darse el caso de que simplemente prefieras disfrutar de la sauna seca solo, pero obviamente comprar un balneario con sauna pública entero o alquilarlo para ti solo no vale la pena. Ante esta situación no debes preocuparte, puesto que existen saunas con capacidad de 1 a 4 personas que puedes comprar e instalar en tu hogar a precios muy competitivos.
Específicamente venimos a hablar de las saunas de madera, cabinas prefabricadas de madera de calidad, con capacidad para una o varias personas dependiendo del modelo y de la disponibilidad de espacio en el interior del hogar.
Funcionamiento y beneficios de las saunas
Las saunas finlandesas se basan en el uso de calor para su tratamiento, específicamente de vapor caliente. Los saunas cuentan con un mecanismo el cual al activarse empezará a llenar lentamente la cabina con vapor caliente. Este proceso lleva un tiempo que varía dependiendo del volumen interior, pues obviamente no es lo mismo calentar una sauna de 2x2 que de 4x3. En cualquier caso, para saunas de uso doméstico, lo normal es que el tiempo de calentamiento sea de unos 15-25 min.
La base de la relajación radica en que con la acumulación de vapor caliente y con el paso del tiempo la persona empiece a sudar, y sudar mucho es lo ideal. Las saunas son conocidas como “purificadores para el cuerpo”, dado que el cuerpo al sudar empieza a expulsar por medio de la dermis la suciedad de la cara y el cuerpo, lo cual incluye piel muerta así como desechos en general limpiando la piel por completo.
Además, también ayuda a la relajación de los músculos gracias al calor al que son expuestos. También normaliza la presión arterial, por lo que es común ver personas con problemas de este tipo, o incluso personas mayores yendo a un baño de vapor y ver que salen de este como nuevos.
Ayuda a acumular calor en el cuerpo por lo que es útil cuando la temperatura del cuerpo se encuentra por debajo de lo normal. Una cosa de la que estar alerta es el termostato que posee la cabina. Dado el caso de que la temperatura fuera demasiado alta y no te hayas dado cuenta, basta con ajustarlo a la baja para volver a un estado de calma y relajación.
También es muy importante estar atento al estado de tu cuerpo, ya que el uso en exceso de una sauna tradicional puede llevar al cuerpo a perder líquido, algo que se arregla hidratándose al momento de salir de la sauna con varios vasos de agua. Si bien no representa ningún peligro quedarte unos minutos más de la cuenta en su interior, unas horas más de lo que resista tu cuerpo pueden llevarte a la deshidratación.
Historia de las saunas
La historia de las saunas o baños de vapor se remontan a los países mas fríos, en los cuales el invierno tiende a extenderse mucho. Las saunas fueron diseñadas como un mecanismo para poder mantener el calor durante esas épocas donde el clima no era para nada favorable.
Antiguamente las saunas eran utilizadas como zonas de reunión de personas que buscaban una limpieza espiritual, arraigadas al hecho de que un baño de vapor es capaz de liberar mucho estrés físico y mental del cuerpo así como de limpiar la piel por completo. Obviamente el método que utilizaban para generar el vapor era mucho más rustico que los sistemas automáticos actuales. Veamos el proceso a través de las siguientes líneas.
Primero prendían fuego a una pila de piedras ardiendo que se encontraba en el interior de la sauna. Seguidamente, cuando el fuego ya se había extendido, arrojaban una cubeta de agua hacia él para apagarlo. Esto hacia que se liberara una gran cantidad de vapor y al no haber ventanas ni puertas abiertas que dejaran salida alguna al vapor, éste se iba acumulando y aumentando la temperatura de la habitación.
Esto se repetía varias veces (o una sola vez dependiendo de la intensidad del baño de vapor que buscaran las personas) hasta llenar la habitación con vapor, habitaciones que podían ser pequeñas áreas o enormes donde era posible encontrar mucha gente. Hay países en los cuales aún utilizan este método en saunas públicos, como por ejemplo Japón.
Buscar la purificación en estos baños era mucho más común que en los tiempos que corren en la actualidad. La práctica de purificación más extendida consistía en golpear con un manojo de hojas todo el cuerpo de otra persona, todo esto sin la fuerza suficiente como para que el golpe hiciera daño de verdad. Esta era la forma de purificación, hecha con el fin de mejorar la circulación sanguínea. Estos manojos estaban hechos con hojas de abedul, roble y ortigas.
¿Por qué una sauna de madera?
Dado que la madera tiene la fama de no ser resistente a la humedad, y sabiendo que una sauna de madera básicamente se sirve del calor y la humedad para funcionar, parecerá una combinación absurda e incoherente, pero nada más lejos de la realidad: los escasos niveles de humedad permiten a la madera (que además ha sido tratado para tal uso) aguantar sin problema durante muchos años.
Habitualmente las saunas poseen una capa aislante de lana de roca, lo que permitirá al calor permanecer de forma incondicional en el interior de la sauna sin poder escapar. La puerta está hecha de vidrio templado por lo que será mucho menos peligroso si se llegan a alcanzar temperaturas muy altas o si se golpea fuertemente.
Las paredes de la sauna finlandesa también reciben un tratamiento especial con aceites especiales y barniz para evitar cualquier inconveniente. Pero de por sí las medidas tomadas anteriormente lo mantienen en buen estado un tratamiento completo no vendría de más.