Sauna húmeda Hammam Vs Sauna seca ¿Cuál es mejor?
Para la gran mayoría de las personas todas las saunas son iguales, sin embrago lo cierto es que una sauna húmeda Hammam es completamente diferente a una sauna seca, ya que posee características, objetivos y beneficios diferentes.
¿Cuál sauna es la mejor? A continuación, expondremos un interesante instructivo con las principales características entre una y otra, sus curiosidades y los grandes beneficios que cada una de ellas ofrecen a los usuarios.
La sauna Hammam, el placer de la humedad
Originaria del medio oriente, la sauna Hammam tiene un origen muy arraigado a la tradición y cultura de los beduinos, árabes y demás pueblos nómadas del desierto.
La principal característica que distingue a las saunas Hammam es la inmensa humedad que despide debido a los intensos vapores generados al calentar el agua y transformarla en vapor y que provoca una copiosa sudoración.
La sauna Hammam es grande y caliente, pero al mismo tiempo es más fresca que muchas otras saunas secas.
El grado de calor suele mantenerse dentro de unos 44 o 45ºC, pero la humedad del 100% origina una sensación térmica muy superior y crea la impresión de que hace mucho más calor del que en realidad hay.
Este tipo de sauna de vapor aporta grandes beneficios a la salud y está diseñada para que los usuarios alcancen un alto grado de relajación y serenidad que suele extenderse por largos períodos una vez ya fuera de la sauna.
La sauna seca, los beneficios del calor intenso
Nacida en Finlandia, la sauna seca tiene su origen en los fríos campamentos de las zonas rurales en donde el frío era extremo y el calor seco representaba enormes beneficios, no solo por la necesidad de calentarse, sino porque mantenía saludables a los pobladores.
Obviamente la principal diferencia con la sauna Hammam es que el cubículo de la sauna seca crea una intensa sudoración a base de un calor seco.
Existen dos tipos de sauna seca: calentadas por piedras tradicionales o calentadas por infrarrojos, cada una de ellas es muy diferente, y dependiendo de lo que se esté buscando, convendrá usar uno u otro tipo.
La sauna seca de piedras tradicionales funciona al calentar enormes piedras que a su vez calientan la habitación por un proceso de convección, mientras que las modernas saunas de infrarrojos, como su propio nombre indica, generan calor por radiación infrarroja, la cual calienta el cuerpo al penetrar dentro de la piel.
Algo que caracteriza a la sauna seca es que es más caliente que la Hammam. En el caso de las saunas de piedras tradicionales la temperatura puede alcanzar hasta los 90ºC, mientras que las infrarrojas están diseñadas para conseguir una temperatura máxima de unos 72ºC.
Al igual que la Hammam, las saunas secas también ofrecen grandes beneficios a la salud y un nivel de serenidad y placer elevado, pero como veremos a continuación, ambas saunas ofrecen beneficios diferentes y específicos.
Las grandes diferencias entre la sauna Hammam y la sauna seca
Existe una serie de diferencias puntuales entre ambas saunas:
- Ambiente
Si bien ambas saunas son calientes, mientras en la sauna Hammam la humedad es extrema, la sauna seca evita por completo la humedad.
Se trata de un proceso diferente porque mientras en una sauna seca el calor es mayor y la humedad es nula, el ambiente dentro de una sauna Hammam es hermético y la humedad alcanza el 100% para que la sudoración no se evapore.
La razón de esto se debe a la escasa cantidad de agua en el medio oriente, lo que obligaba a retener la mayor cantidad posible de humedad corporal.
La otra razón es que la sudoración profunda activa el sistema respiratorio y procede a liberar las toxinas, impurezas y elementos infecciosos o contaminantes en el interior del cuerpo, limpiando por completo los pulmones, además, la intensa humedad ayuda a hidratar la piel ayudando a un proceso de rejuvenecimiento y lozanía.
En cambio, el calor seco se aplica para eliminar cualquier impureza, tanto en el ambiente como en las personas con un calor más elevado, pero sin rastro alguno de humedad.
- Materiales
El material usado en la construcción de cada tipo de sauna determina si será húmeda o seca.
En el caso de las saunas Hammam se necesita que los pisos, techos y suelos estén hechos con materiales no porosos, como por ejemplo porcelanato, azulejo o mármol, ideales porque soportan la extrema condensación y repelen con facilidad la humedad y los mantiene limpios.
En cambio, las saunas secas tradicionales finlandesas están hechas con madera firme y fuerte que absorbe por completo la humedad y mantiene las paredes, pisos y techos fríos y secos.
- Beneficios
Este apartado es crucial porque cada sauna está diseñada para beneficios específicos muy diferentes.
En el caso de las saunas secas finlandesas su diseño está orientado a mejorar la resistencia del cuerpo y por consiguiente su fuerza y elasticidad, esto se debe al intenso frío que se experimenta en el país nórdico.
El calor seco produce un aumento en la circulación sanguínea manteniendo el músculo cardíaco sano y fuerte.
Este ambiente seco fortalece el sistema inmunológico, agiliza la recuperación de lesiones y dolencias debido al ambiente frío, en especial de la artritis, y es ideal para mejorar la condición y resistencia de los atletas y deportistas profesionales.
En cambio, la sauna húmeda Hammam es ideal para aquellas personas que padezcan problemas respiratorios, congestiones nasales o alergias gracias al elevado nivel de humedad que produce una intensa sudoración que elimina las toxinas e impurezas de la piel y de los pulmones.
Lo que sí tienen similitud ambos estilos de sauna es que son altamente beneficiosas a nivel psicológico porque transmiten una gran sensación de paz, serenidad y relajación, lo que las hace perfectas para combatir el estrés y la depresión, así como estimular un sueño reparador.
Curiosidades interesantes de ambas saunas
Tanto la sauna seca finlandesa como la sauna húmeda Hammam tienen unos orígenes que se pierden en los confines del tiempo. A lo largo de los siglos han originado interesantes debates que todavía plantean preguntas interesantes en la actualidad.
Por ejemplo, una de las grandes incógnitas es cuál de las dos saunas es más placentera ya que poseen formas distintas de originar el calor.
Lo cierto es que la sauna Hammam es superior a la sauna finlandesa por el efecto de su intensa humedad y tiene una temperatura mucho menor a la de la sauna seca que incrementa la sensación de bienestar y relajación.
Obviamente, esto es así porque las condiciones geográficas en ambos sitios son radicalmente diferentes: mientras en Finlandia el frío y la humedad son extremos en el medio oriente la humedad es prácticamente inexistente, y a excepción de las noches, el calor es sumamente intenso.
Otra interesante interrogante es si la humedad genera más sudoración que en una sauna seca y la respuesta es no.
En realidad, tanto en la sauna seca como en la Hammam, la transpiración que se genera es similar.
La diferencia está en la sensación térmica de una Hamman y la temperatura mucho más elevada en una sauna finlandesa.
¿Existen personas que no puedan usar una sauna?
A pesar de lo placentero y agradable que puede ser una sauna, lamentablemente algunas personas no pueden ni deben usarlas.
Para empezar, todos aquellos que presentan una grave intolerancia a los ambientes húmedos o muy cálidos se les prohíbe usarlas porque pueden provocar ataques de pánico, insuficiencia respiratoria y en el peor de los casos provocarles un fallo cardíaco.
De igual modo, los enfermos de tuberculosis, infecciones agudas, artritis reumatoide aguda o insuficiencia cardíaca no pueden usar una sauna sin una aprobación médica previa y una serie de exámenes que ayuden a evaluar su estado, porque las consecuencias pueden ser muy perjudiciales.
Una preferencia personal
Una muy buena recomendación antes de probar ambos estilos de sauna es hacerse un chequeo médico con el objetivo de comprobar cuáles son las debilidades y fortalezas que presenta el organismo y en base a eso se puede hacer una valoración más acertada de en cuál sauna se estaría más a gusto.
Pero obviando el componente físico y/o de salud particular, lo cierto es que la decisión de usar una sauna seca o una sauna Hammam tiene más que ver con la preferencia personal de cada quien.
La gran mayoría de los entendidos en la materia aconsejan que las personas se sometan a ambas saunas para determinar en cuál de ellas se siente más cómodo porque algunos son reacios a la humedad mientras otros no soportan el intenso calor.
Sea el resultado que sea, lo cierto es que tanto las saunas secas como las saunas húmedas Hammam ofrecen una experiencia maravillosa y vigorizante.
Nos ayuda a mejorar nuestro estado de salud general, nos rellena las energías, nos limpia de impurezas y nos genera una sensación de bienestar y relajación pocas veces alcanzado en otras circunstancias.
Por todo esto y más, la sauna ha sido y es uno de los mejores inventos de la humanidad durante los últimos 5 mil años.