Saunas para casa: 5 consejos para su instalación
Hay muchas formas de encontrar un gran nivel de relax desde casa, una de ellas es tener tu propia sauna instalada en casa, aunque también es muy interesante un spa jacuzzi para el exterior.
Imagina poder disfrutar de todos los beneficios y bondades que estas cabinas especiales de sauna te ofrecen tanto para tu salud como para tu bienestar mental.
Atrás quedó el tiempo en el que debías ir a un lugar especializado para poder entrar a la sauna y meditar entre el vapor. Ahora dentro de tu hogar también es posible hacerlo al adquirir una de las saunas para casa según tu estilo y preferencia.
¿No sabes muy bien cómo podrías elegir cuál es la indicada para ti? Mediante esta entrada compartiremos cinco fabulosas ideas y consejos para que tomes la mejor decisión y lleves a casa una sauna indicada para tu espacio.
Lo primero que debes tener en cuenta es que si tu vivienda no es lo suficientemente espaciosa, será algo más complicado poder llevar a cabo la instalación de estos sistemas, pero no imposible. Aunque de algún modo funcionará mejor para quienes posean casas con dimensiones más amplias o con un espacio adecuado donde colocarla sin que incomode, también existe la posibilidad de encontrar una sauna para los espacios más compactos de casa.
Pues bien, si cuentas con las características ideales y las ganas de tener en casa uno de estos fantásticos aparatos, entonces aquí te dejamos estos consejos, para escoger tu cabina y disfrutar del vapor en tu hogar.
1- La tipología. Hay diferentes tipos de saunas para casa, cada una tiene sus funciones y su sistema. Por un lado, se encuentra la sauna finlandesa, esta se trata de una cabina o espacio de madera en donde hay un calefactor eléctrico con el objetivo de calentar las piedras que emanan el calor seco. También están las saunas de vapor o conocidas además como baño turco, estas trabajan con el vapor de agua caliente. Y por último se halla la sauna infrarroja que tiene unos beneficios bastante similares a la finlandesa, pero poseen un nivel de ahorro mucho más grande y un calentamiento más focalizado en el cuerpo (en lugar de calentar el interior de la sauna, los paneles inciden directamente sobre el cuerpo de la persona)
2- El material. Cada tipo de sauna para casa está elaborada de un material especial. Por eso, a la hora de elegir, también tienes que seleccionar cuál te gusta más y cuál te funcionará mejor. La cabina de un sauna suele estar revestida de un material de madera tratada al que le llaman hemlock (se trata de una madera proveniente de Canadá). La misma tiene una capacidad higroscópica muy buena y soporta tanto el calor como la dilatación y la contracción de sus poros, todo esto necesario para su óptimo funcionamiento.
3- La temperatura. Lo ideal es que la temperatura oscile entre los 55 y los 80 grados C. Así que también es importante que al utilizarla tengas algún reloj de arena para que puedas controlar el tiempo de exposición, ya que no es recomendable permanecer por un tiempo muy prolongado dentro de la sauna, sobre todo con las temperaturas más elevadas. Lo recomendable es que no se superen los 15 minutos dentro de la cabina. Asimismo, al salir, lo ideal es un baño con agua fresca para relajar el cuerpo.
4- Que todo cierre bien. Es muy importante que una sauna cuente con una buena puerta hermética de madera para que mantenga el calor dentro sin problema alguno. No obstante, también es recomendable dejar un punto de ventilación, aunque la madera siempre se encarga de hacer que el calor se mantenga y a que el vapor que se genera dentro de la cabina no se disperse, pudiendo así disfrutar de su utilidad como es debido.
5- La ubicación. Este punto es bastante relevante, sobre todo cuando se habla del espacio dispuesto para instalar la sauna en casa. Primero, es importante que ese sitio elegido tenga las dimensiones necesarias para que entre oportunamente y no incomode.
Además, el lugar en el que quieras colocarla también dependerá del uso que se le desee otorgar. Es decir, si prefieres que sea una sauna para uso compartido con familiares y amigos, se puede instalar en una zona en la que todos puedan disfrutar de una sesión sin interrumpir o molestar a otros, como una habitación o baño central. Pero si optas por que sea más privada o personal, el mejor lugar para su ubicación siempre será en el baño principal o de la habitación privada de casa.
No obstante, debemos señalar que la ubicación no es una camisa de fuerza, es decir, no es algo obligatorio que el sitio de localización para el sauna sea el baño, ya que todos los sitios pueden funcionar adecuadamente para esta finalidad, solo que debes elegir una zona con la que te sientas cómodo y que no desentone con el resto del lugar, por ejemplo, en la cocina no sería nada adecuado.
Otro punto a resaltar es que se aconseja que tenga una ventana o puerta trasparente que ayude a evitar la posible sensación de claustrofobia que puede generar el permanecer por cierto tiempo dentro de este espacio tan cerrado y que aparte produce un nivel de calor elevado.
Así que esos días en los que llegas a casa cansado del trabajo, con el cuerpo y los músculos tensos o agarrotados, pueden quedar atrás. Asimismo, en los días de fuerte invierno en los que el frío consume y te hace tiritar los dientes, podrás experimentar la mayor satisfacción al darte un baño de calor para atemperar esos huesos y sentirte renovado.
Todo esto sin tener que gastar tiempo y dinero en dirigirte a un spa especial donde ofrezcan estos servicios, no, simplemente llegas a casa y usas tu propia sauna con toda la comodidad y siempre siguiendo las normas y consejos que procuren un buen uso para tu salud y bienestar.
Sigue estos consejos, analiza bien tu decisión y simplemente instala en tu hogar la sauna que más te guste y mejor te convenga. Es seguro que no te arrepentirás y estarás más alegre y relajado en tu día a día.